III Parte: Huida de Sinaia y Llegada al Castillo de Bran "..Comenzamos a bajar la escalera, tenuemente iluminada por la luz de la linterna del móvil, hasta una pequeña cámara abovedada, donde se notaba una terrible humedad, y al iluminarla, pudimos entrever una pequeña caja de madera, coronada por una cruz de hierro. La caja tenia una inscripción grabada en latín, y al descifrarlo, comprendimos que fue un antiguo relicario de alguna pequeña iglesia ortodoxa del siglo XV. Sebastian se percato que la caja era prácticamente igual que la de la foto que nos había enviado Pablo en el correo, y sin pensarlo dos veces, la metió en la mochila. Nada más levantarla del suelo, comenzó a invadirnos una inquietante niebla, que parecía surgir de una pequeña rejilla que había en el suelo, y decidimos salir de ahí cuanto antes, casi atropellándonos por las escaleras.. pero no fue tan fácil, al instante comencé a marearme y a perder todas las fuerzas, casi no podía dar un paso, y a mitad de la escalera, eché la vista hacia atrás para ver donde estaban Edmundo y Sebastian, y los vi desmayarse justo detras de mi.... es lo último que recuerdo de ese momento. Cuando desperté, la cabeza parecía que me iba a explotar.. mire alrededor mía y vi como Edmundo y Sebastian estaban a mi lado aún inconscientes y me dirigí rápidamente hacia ellos. Les intente despertar, mientras no quitaba ojo de lo que nos rodeaba, pudiendo ver que estábamos en lo que parecía una pequeña aldea deshabitada, metida en un pequeño bosque. No se como habíamos llegado hasta allí, ni cuanto tiempo habíamos estado inconscientes.... me sentía muy cansado y mareado, pero al mirar al reloj del móvil, vi que eran las 9:00 de la mañana.... ¿ como era posible?.. habíamos estado toda la noche sin sentido... ¿ como habíamos aparecido allí, si recuerdo perfectamente que nos desmayamos en la pequeña cripta?.. ".. la aldea estaba completamente vacía, como si los habitantes hubieran tenido que abandonarla rápidamente, ya que aún los aperos cotidianos, utensilios y enseres estaban tirados por las calles, y las cocinas encendidas...
Al levantarse Sebastian, grito de dolor, quejándose de la pierna, al parecer tenia el tobillo hinchado y casi no podía caminar.. Tras una rápida inspección por la aldea, vimos un cartel de madera, que indicaba hacia un pequeño sendero que llevaba a Bran, a tan solo 3 kms, según dejaba entrever el viejo cartel.. Sin más, decidimos dirigirnos hacia Bran, localidad donde se situaba el castillo donde nos había citado Pablo, con la esperanza de poder encontrar un médico para que viera la pierna de Sebastian.. Tras mas de media hora, llegamos a Bran, y nada mas coger el camino principal, pudimos vislumbrar en lo alto de la colina, el majestuoso y enigmático Castillo de Bran, dominando como un coloso toda la comarca. Justo en la explanada que había antes de la entrada al recinto del castillo, preguntamos a un hombre si había algún médico en el pueblo, y le pudimos medio entender, que no había en el pueblo y que no vendría hasta dentro de dos dias, y que lo mejor es que fuésemos a la localidad de Brasov, situada a mas de media hora de Bran en coche. Viendo que Sebastian parecía que se encontraba mejor, y sobre todo debido a su insistencia, decidimos entrar en el castillo, para intentar averiguar si Pablo pudiera estar allí, o al menos poder seguir la pista que nos dejo.. Comenzamos a rodear el recinto, hipnotizados por la belleza del castillo, y finalmente entramos por unas escaleras que conducen a un patio... Respiramos profundamente, y por la cara que pusimos los tres, sentimos algo especial, y comenzamos a adentrarnos en el laberíntico castillo... Continuara....
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